domingo, 27 de diciembre de 2015

Castilblanco y celeste

Blanca y celeste es la bandera algabeña, mi pueblo, celeste es el color que nos identifica como club. Pues hoy hemos sido el club que más atletas ha aportado a la carrera, lo hemos vuelto a hacer una vez más.

Carrera dura la de Castilblanco de los Arroyos, compuesta por tres vueltas a un circuito de casi 3 kilómetros, con cuestas, muchas cuestas. Las dos primeras las he dado corriendo junto a Jose un compañero de Club:
Ya coincidimos en una de las carreras del circuito del IMD, la de Vega de Triana.
Junto a él nos ha pasado el grupo de cabeza cuando recién habíamos concluido la primera vuelta, justo antes Juanfran venía desde la cuesta de arriba diciendo "Ahí viene la élite"; y mira que pensábamos que lo decía por nosotros... Nos han pasado cingando, cómo se puede correr así subiendo cuestas eso es inhumano. En el top ten iba nuestro compa Socio que finalmente ha quedado octavo, compartimos coche a la ida y decía "hoy vengo a pasearme... Las fiestas..." Ahí lo tienes un 8. El Socio es como los que dicen que no han estudiado para el examen y luego te sacan un notable alto. Siempre lo digo: un ejemplo, lo críos están encantados con él en la Escuela de Atletismo que dirige junto a Sergio Lorenzo (hoy cuarto).
Cuando hemos completado la segunda vuelta le he dicho a José que tirase él solo, que yo me quedaba; iba a ser dura este último tramo.  Poco a poco se ha ido alejando.
En la subida he visto como un corredor andaba, yo me he propuesto no dejar de correr y lo he conseguido. Lo he alcanzado. En un punto casi nos equivocamos y un voluntario nos ha dirigido hacia el trazado correcto, ha sido cuando hemos empezado a hablar. El corredor estaba entrado en kilos, como yo, y hemos charlado sobre lo que perdemos y recuperamos. Comentaba que en agosto estaba en 107 y ahora 92, que se está preparando unas oposiciones para policía y que tiene que bajar otros 15 como sea. Ha sido amena la charla de estos gorditos que enfilaban la última parte de la carrera. Hemos entrado juntos y nos hemos felicitado mutuamente.
Bonita carrera la de hoy, el 31 me espera la San Silvestre en Barakaldo.


lunes, 23 de noviembre de 2015

De vuelta a Ítaca pasando por las Cabezas de San Juan

No pretendo equipararme a Ulíses y su Odisea, pero salvando las distancias es muy parecido a lo que me está pasando a mí con la vuelta a recuperar mi forma física. No me comparo con Ulíses porque no soy tan constante e incluso me dejo llevar por cantos de sirenas (patatitas fritas, cervecitas, alubiadas varias...). Eso es lo que necesitaba yo que me atasen las manos a la silla para dejar de comer de una vez.

Llevaba una semana y media sin salir a correr y llegó el domingo, carrera popular Rafael de Riego a la que nuestro club aspiraba a ganar el premio al club con más participantes finalistas.
Ahí estaba la clave: "finalistas". Había que terminar una carrera que a priori se planteaba complicada con bastantes cuestas. La decisión estaba tomada, la estrategia era llevar un ritmo asequible, nada de forzar. En el calentamiento me crucé con Manuel, todo un ejemplo en progresión y constancia, y quedé en hacer con él la carrera, se nos unieron Sara y Enriqueta que también hacía tiempo que no entrenaban. Fue una carrera muy agradable, con risas y charleta mientras las cuestas nos lo permitían. El trazado de dos vueltas con unos 4,6 km cada una, era muy sinuoso. La gente se agolpaba en los márgenes para animarnos, pero curiosamente no animaban. Estaban ahí como las vacas viendo pasar el tren. Hasta que Sara pegó un grito "¡Venga hombre aplaudan y animen!" Qué susto me pegó, hasta yo me puse a aplaudir por si acaso. Manuel llevaba el tempo de la carrera. A veces yo tenía la tentación de ir hacia adelante, pero no. Aquella carrera era para disfrutarla en compañía, y de la buena. El final llegó y en la última curva nos esperaba una de las hijas de Enriqueta que se unió a nosotros, nos cogimos de las manos y entramos en meta juntos. Me gustó el gesto, me gustó la carrera.

Hasta llegar a Ítaca me esperan carreras populares de nuevo, la San Silvestre de Barakaldo, medias maratones (quizá la de la Cartuja el 30 de enero) y el mayor de los desafíos, que no concluiré seguramente, el maratón de Sevilla el 22 de febrero, justo dentro de 3 meses. Tres meses en los que o cambian mucho las cosas o mi Penélope tendrá que seguir esperando.

domingo, 25 de octubre de 2015

Final de circuito IMD en Casco Antiguo

Hace unas semanas fuimos a ver un grupo de montañeros la película Everest, en ella se trata la tragedia que sucedió en 1996 y que también está narrada en el best seller "Mal de altura". Sin duda creo que el mayor error de Rob Hall (líder de la expedición) fue llegar tan tarde a la cima. Llegar tarde te expone a tormentas vespertinas en la bajada, además de no poder disfrutar la cima.
Hoy en la carrera del Casco Antiguo en Sevilla (última del circuito del IMD) yo he llegado con tiempo a la cima, llegué a la mitad del recorrido con bastante margen. Había que descender. Fue parecida a la anterior vi el globo de los 55' desde el principio y lo alcancé en el cinco. Pero posteriormente me rebasó, aquello me hizo bajar el ritmo, me estaba dejando llevar con el pensamiento negativo de no bajar de los 55'. El derrotismo se apoderó de mí y a falta de 400 metros para la meta iba cabizbajo, pero un grito de ánimo de Juanfran "Gorka eres un fenómeno" me hizo levantarla y me dije "hay que terminar con la cabeza bien alta". Me percaté de que el globo ya había entrado pero que en el cronómetro marcaba menos de 55. El globo había ido más rápido de lo normal. Entré a 54:17 el mismo tiempo que la pasada carrera, aunque el tiempo que valía era el de mi reloj miré y marcaba 53:19. Un minuto menos que la pasada semana y eso que esta semana no he salido a entrenar.
Como siempre lo mejor la compañía de compañeros de Club: María José, Juan, Adrián, Jose Manuel, Palacios animando y sacando fotos, para muestra la siguiente:
Vamos a por la siguiente.

Despúes de un año sigo en los mismos tiempos.

lunes, 12 de octubre de 2015

Carrerita Trianera

Podría hacer una lectura negativa de la carrera de ayer, podría regodearme en el pesimismo y dejarme llevar por las malas sensaciones, pero no va a ser así. He roto con esa mala inercia que me había atrapado las últimas semanas. Alguna no salí a correr ningún día y me contentaba con andar unos cuantos kilómetros.
Este post podría haberlo escrito hace tres horas, de hecho me he dicho "escribo el post y salgo a correr mañana" pero como un resorte un click ha hecho que genere un pensamiento alternativo "sales a correr y después ya escribirás el post". Eso he hecho: correr 8 kilómetros, dar de cenar a hija e hijo, contarles un cuento y sentarme aquí para intentar transmitir las sensaciones que me deparó la carrera del IMD Vega de Triana.
Quedamos a las 8 en el club y fui con Moli en su coche, él no corría pero nos acompañaba a los integrantes del club (cada vez más) que participábamos. La lluvia hacía acto de presencia pero tímidamente, no parecía que fuese a caer ningún chaparrón. Culminaba una semana redonda en la que había salido a correr lunes, miércoles y viernes; el domingo "compitiendo". Antes del pistoletazo de salida intercambio de pareceres con compañeros, me hizo ilusión como ver a Pablo Rosa, hijo de mi compañero almesillero Miguel, empezaba a formar parte de esta gran familia celeste que es el Cuatro Caminos.

Antes de la carrera

Después de la carrera

Comencé mal o eso me parecía, ya que el globo de los 55' se alejaba hasta perderlo de vista, pensé "no puedo estar tan mal como para hacer más de 55', nos volveremos a ver". La carrera fue normal con un buen ritmo, de entrenamiento diría yo (nada que ver con la nocturna de La Algaba). La carrera fluía, me gusta ver las camisetas de los que van por delante hay mucha variedad y algunas son muy creativas, me entretiene. Como en otras ocasiones sin darme cuenta fui varios kilómetros con otro corredor con la misma cadencia en paralelo, como si fuésemos amigos que habíamos llegado juntos a la carrera. En un momento dado, sin darme cuenta, lo perdí de vista. A veces la vida te pone a tu lado gente que te ayuda, te acompaña y que sin hacer ruido te deja ir, sin pedirte nada a cambio. Como digo, no era la primera vez que me sucedía. 
Kilómetro 6. Se ve un globo morado al fondo. Sonrisa. "Te pillaré". Las piernas empiezan a responder, el globo se va acercando; a la altura del 8 lo paso. Ya está, hago menos de 55'. Finalmente hice 54:19. Obviamente no es un buen tiempo pero como me dijo mi hermano vía whatsapp "ahora no estás para tiempos". Cierto es. Ahora estoy para ritmos de entrenamiento y constancia. Por eso espero que esta semana sean otras cuatro sesiones las que caigan, ya voy una: la de hoy lunes.
Terminé la carrera y de nuevo el arrope de mi gente "¿Qué tal Gorka?" "Vaya... mal tiempo" "Venga hombre está genial has terminado bien, a gusto, eso es lo importante" "Tienes razón"... Pena que Francis Jiménez Reina pinchó y quedó séptimo, pero ahí están Juanma y Ana con segundos puestos manteniéndose en la élite. La élite deportiva y humana. Qué grandeza tiene este club.




martes, 29 de septiembre de 2015

Cuarta San Benito


Como en años anteriores este pasado domingo se celebraba la marcha a San Benito, en esta ocasión no la pude completar porque el constipado me lo impidió. Salí a las 4 de la mañana de La Algaba y llegué sobre las 6 a las naves de Guillena, la oscuridad y la congestión hizo durante el último tramo que me mareara un poco. Cuando llegamos al avituallamiento que tenía preparado Andrés le pregunté si volvía al pueblo, me dijo que sí y me trajo hasta casa. Dormí una hora más o menos y a las 9 fui al autobús para hacer los últimos kilómetros con mis padres, le había animado a hacer ese tramo que ya el año pasado realizaron y me parecía un poco feo no hacerlo con ellos, a pesar de encontrarme un poco tocado. Disfruté del recorrido con ellos, los tengo tan lejos...
El día transcurrió con un buen ambiente entre los socios y socias del Club. Una de esas jornadas de convivencia que son útiles para cohesionar el grupo.
Es mi cuarta San Benito, le estoy cogiendo cariño.
 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Por fin, la nocturna de La Algaba


Ahí está el ticket de mi carrera ayer por la noche y de mi socio Francis, compañero de club y campeón de la prueba. Hace unas horas subí esta imagen al instagram en la que se puede leer la frase "Ganar no lo es todo, pero sí lo es querer ganar". Francis marcó la frase como favorita porque aún sabiendo que él fue el campeón indiscutible de la prueba lo que le hace más grande es el querer ganar, perseguirlo, pelearlo día a día.
 Me llevé una grata sorpresa cuando me dieron el ticket con los datos, bajar de 5'/km era algo que no esperaba, ya me lo dijo Floren antes de empezar "verás como haces mejor tiempo del que esperas, el ambiente y la gente te lleva en volandas". 
Tenía toda la razón correr por tu pueblo, por esas calles que día a día te acompañan en los entrenamientos, los gritos de ánimo de la gente "vamos Gorka", los carteles de mi hijo e hija con un "Aita campeón", sus sonrisas y mirada de alegría al verme pasar por casa, pasar por casa, el aplauso de mi mujer y la familia... Me llevó en volandas. Puedo decir que ha sido una de las carreras más emocionantes que he corrido, entre otras cosas porque llevaba años queriéndola correr. Pero sobre todo por las buenas sensaciones finales. Un aliciente más para seguir sin bajar la guardia y poder llegar al objetivo, mi arcadia feliz: la maratón de Sevilla 2016. Sí, así es, me lo he vuelto a proponer. Como dice el proverbio japonés si te caes siete veces, levántate ocho. Vamos a por la octava esta vez espero conseguirlo.  

domingo, 5 de julio de 2015

III Subida al Mulhacén



Piernas cargadas, ampollas en los pies, dolor de cabeza por insolación, enrojecimiento de ojos, nuca abrasada... Pues no me duele nada, no me molesta, estoy contento con estos dos días de montaña. He cargado energía para un tiempo en Sierra Nevada, con otros cinco compañeros de expedición. Ha sido duro pero reconfortante. Me da igual lo que esté pasando en Grecia a estas horas, la sensación placentera de haber vivido dos intensos días en conexión con la naturaleza me ha abstraído.
Tradiciones se hacen leyes y llegado el primer fin de semana mi Club de Atletismo Cuatro Caminos organizaba la tercera subida a la cumbre más alta de la península, Juan era el encargado este año de tenerlo todo a punto. Se fijó un tope de veinticuatro personas, llamó y reservó en el Refugio de Poqueira. Pero este año la convocatoria no iba a ser tan masiva, muchas personas ya habían subido las dos ediciones anteriores. El grupo se reducía a seis. Al ser un grupo reducido nos planteamos un recorrido más exigente, además llevábamos a Félix que es la persona ideal para construirte un plan alternativo con buenas dosis de adrenalina. El inicio de nuestra marcha sería la Hoya de Mora.
Cuando vas en grupo siempre negocias e intentas planificar consensuadamente, llegar al consenso "coger lanzadera desde la Hoya a Posiciones" nos costó mucho debate. No habíamos reservado plaza de bus ya que a priori haríamos andando ese tramo. Pero junto al albergue universitario y las lanzaderas analizamos de nuevo la situación, la subida carecía de belleza ya que tendríamos que transitar por pistas y remontes de la estación de sky, además ganábamos una hora y media a un recorrido largo que nos quedaba. Cuando nos íbamos andando porque no teníamos plaza uno de los conductores nos dijo "esperad que vamos a fletar otra furgoneta y tenéis sitio". Eramos seis que junto a otra pareja de montañeros aportábamos un total de cuarenta euros a la causa, no lo dejaron pasar y fletaron otro vehículo. En media hora estábamos en las Posiciones del Veleta a 3.100 m de altitud.
A las 5:30 de la mañana nos juntamos en La Algaba a prácticamente nivel del mar y a las 10:30 habíamos aplicado a nuestros cuerpos un desnivel de 3.100 m. esó nos pasó factura a algunos ya que en ocasiones nos ahogábamos y teníamos pequeños mareos, lo que añadió a la dificultad de la montaña, la carencia física.
La caminata comenzó por una senda que baja al Corral del Veleta, por el Veredón Superior hasta llegar al collado de Veta Grande, donde tomamos contacto con la primera de las subidas con bastante pendiente, pero mereció la pena ya que llegamos a una laguna preciosa (Laguna de la Gabata) donde hicimos un pequeño descanso. "Uff no puedo"; "Me cuesta respirar"; "Me mareo" eran algunos de los comentarios junto al que lo presidía todos "Esto es impresionante".
Seguimos hasta otra laguna, en esta ocasión la Larga. Los senderos cuando se empinaban buscando otro nuevo Corral estaban acompañados de roca suelta, esto se agudizó en la subida que coronaba el Pico Juego de Bolos. Félix y Toni, el más joven de la media docena de locos que estábamos disfrutando en la montaña, estaban fuertes y decidieron subir al Pico desde el que, al parecer, hay unas fabulosas vistas. Gabriel y Antonio Palacios "Pala" junto a mí y Juan subimos hasta contemplar al otro lado otra laguna junto a la imponente cara norte del Mulhacen. Arriba nos pegó mucho viento y empezaron las fisuras mientras esperábamos a la pareja atlética: "porque hemos tenido que hacer este recorrido"; "cómo se os ocurre meternos por aquí"; "mañana yo no subo al Veleta me voy directamente al coche"... A mí solo se me ocurría decirles que cuando llegásemos al refugio lo veríamos de otra forma y que al día siguiente (hoy) estarían mucho mejor físicamente ya que habrían asimilado la altitud.
Llegaron Felix y Toni, de nuevo nos surgía una duda bajar a la Laguna de la Mosca (2.895 m) a comer o coger la subida a la derecha comiendo en alguna piedra sin desviarnos. De nuevo dividimos el grupo ellos bajaron a la Mosca, nosotros comimos entre las lascas de piedras junto al sendero que se inicia en el Collado del Ciervo y tiramos para arriba. Subida dura, zigzagueante por la cara norte del Mulhacen, en esta ocasión sin mucha piedra. Llegamos al punto que nos une a otra ladera (3.120 m.). De nuevo viento. Tenemos a nuestra izquierda la subida a nuestro objetivo y la derecha la Caldera del Mulhacén con su refugio y pequeñas lagunas diseminadas.
La subida por el canchal de pizarra que llega a la cumbre donde dicen que fue enterrado el rey nazarí Mulai Hassen es "sencilla", pero prolongada. Te exige imprimir un ritmo constante y cierta entereza mental ya que ves el objetivo ahí y parece que no llegas nunca. Pero llegamos:



Momento de abrazos en la cumbre y sesión fotografica, además también charlamos con otros montañeros, incluso con ciclistas que subieron hasta la cumbre en bici (habían salido a las 5:30 de Salobreña 90 km. y después volvían sin hacer noche en ningún sitio, estos sí que están locos).
El objetivo estaba conseguido, pero ahora quedaba la bajada, con el ansia de sentarnos a tomar una cervecita fría y una duchita (también fría, a elección personal). Bajamos por el río Mulhacén y tras varias desilusiones vimos a unos 200 m. el Refugio de Poqueira. Fin de etapa. Habían sido casi nueve horas de caminata que era recompensada con el buen trato del personal del refugio y por unas instalaciones cada año mejor cuidadas.
Charla en la terracita con cerveza.
Cena copiosa: sopa de habichulas, ensalada de patata y pollo.

Dormir... hasta que sonó el despertador de Gabri a las 5 de la mañana. En la foto hace como que no sabe de qué hablamos. Después vuelta y vuelta en el saco hasta las 7, hora en la que comenzaba otra nueva aventura, la de vuelta.
Los ánimos estaban más calmados y nuestros cuerpos descansados, quedaba en el aire hacer cumbre en el Pico Veleta. Subimos por donde llegamos al refugio ayer y en un punto cruzamos el río Mulhacén hasta coger la senda que nos llevaría a Río Seco, ascendimos por este río cuyo adjetivo le viene como anillo al dedo... Ni una gota de agua, hasta llegar a la pista que venía de la Caldera. Desde ese tramo todo fue muy llevadero, alcanzamos el refugio de la Carihuela aunque antes coincidimos con el VI Sierra Nevada Montain Festival que en su segundo día realizaba una carrera de media maratón por montaña. Cuando llegamos al avituallamiento estaba el último corredor de la carrera, Manolo de unos setenta años, la organización me dijo que no era el primer año que hacía la carrera y que lo hacía sin un pulmón. Todo un ejemplo, otro loco.
Al haber pasado el último corredor la organización nos dijo que cogiésemos lo que quisiéramos, y allí hicimos una parada con melón, naranja, isotónico, barritas... Un lujo.
Quedaba la decisión final: subida o no al Veleta. Nadie se acordaba de las maldiciones del día anterior, el cuerpo estaba tonificado y les pedía otra cumbre, en media hora desde el refugio de la Carihuela llegamos a nuestra segunda cumbre del fin de semana (tercera en altitud de la península)

Cumbre en el Pico Veleta (3.396 m.) con el Mulhacén al fondo mirándonos sonriente.

Lo demás, fue bajar por las pistas que nos habíamos ahorrado el sábado, risas, buen ambiente y vuelta para casa.

Uno llega a casa y poco a poco va saliendo de esta abstracción montañera, parece que ha triunfado el NO en el referéndum de Grecia.

¡Qué sería el mundo sin locos!






domingo, 12 de abril de 2015

Carrera Popular Nervión-San Juan



Sí ya, en realidad es Nervión-San Pablo, pero tiene su porqué la equivocación.
7:30 de la mañana suena el despertador y mi mano derecha sale como un sputnik desde el pliegue en el que reposaba, para apagar cuanto antes; no vaya a ser que Elena se despierte.
Pienso, "paso de ir a la carrera".
Pasados diez segundos oigo al otro lado de la cama:
- ¿Qué no te levantas?
- No, no voy a ir a la carrera.
- Qué dices... anda tómate un café y sal a correr.
- Paso. Déjame. En serio, hoy no tengo ganas. Llevo dos semanas sin correr y no estoy preparado.
- ¿No viste ayer al Valentí San Juán ese?
- Sí ¿y?
- Te motiva ¿no?
- Sí pero es un flipao.
- Sí un flipao pero todos los días te ves sus videos antes de dormir.
- Bueno venga déjame, no voy a ir. Me quedo en la cama.
- Vale pero recuerda que hoy podía haber sido el principio de tu recuperación.
- ...
Hoy podía haber sido el principio de tu recuperación.
Hoy podía ser el principio de mi recuperación.
Hoy va a ser el principio de mi recuperación.
Hoy ha sido el principio de mi recuperación.

Dio en el punto G de mi resistencia, en la diana de mi pereza, salí de la cama y me vestí. Los pensamientos negativos de "no voy a encontrar sitio para aparcar", "verás tú el kilómetro siete", "todavía no tengo el dorsal"... se diluyeron en aquellas palabras "el-principio-de-tu-recuperación".
Llegué, aparqué a la primera en el parking del Centro Comercial Los Arcos que habían habilitado expresamente para la ocasión (buena organización). Me encontré con personas a las que hacía tiempo no veía, en especial Sergio Recio un padre paralelo (sus hijos y los míos son de la misma edad), fue refrescante esa pequeña charla antes del arco de salida. Llegué al kilómetro siete y en el suelo vi la marca verde de la Maratón de Sevilla que me decía tras sufrir las pisadas de las ocho mil personas que transitabamos por ella "Gorka en febrero de 2016 tú me pisarás en la maratón... y lo sabes". Hostia claro que lo sé. Lucí con orgullo mi dorsal 1967 que coincide con el año en el que los Beatles se volvieron psicodélicos con su "Magical Mystery Tour".
Así, a las 7:38 de la mañana comenzaba mi nuevo magical mystery tour del circuito IMD #Sevilla10, son cinco carreras de 10 kilómetros; vamos a por la segunda.

Para colmo Valentí San Juan publica hoy su vídeo con un contundente y pertinente vídeo:

La única excusa real: no te sale de la polla.




Ese es el Valentí San Juan un flipao sí, béndito flipao.
El sábado estuve con Andreina y Alfredo viendo su documental #UltramanHawai y lo gocé, te lo recomiendo. 

viernes, 20 de febrero de 2015

Los sueños están para cumplirse (tarde o temprano)


"No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse." 
Walt Disney

Sigo teniendo un sueño, terminar algún día una maratón. Hace 22 semanas me fijé el objetivo de la maratón de Sevilla 2015, que se celebra el próximo domingo. De nuevo saldré a animar e imaginarme corriéndolo. Empecé el año escribiendo seguramente no concluiré mi objetivo de la Maratón de Sevilla, no estoy en la forma física óptima
No estoy en la forma óptima, reitero, y además hace un mes me surgió una lesión en el talón de Aquiles que me ha hecho desistir del propósito. Creo que lo correcto es ser coherente, hace unos seis años cuando vi correr a mi hermano por primera vez una Maratón aquí en Sevilla, vi a un muchacho en los últimos metros que iría a terminar en unas cinco horas con sobrepeso y pensé "cómo se puede correr una maratón así", pues bien yo este año iba a hacer lo mismo. iba a correr una maratón así. He puesto remedio sí, estoy con un dietista y estoy bajando los kilos que debo para empezar a correr en condiciones, sin forzar articulaciones. No me propondré un objetivo tan pretencioso hasta que no tenga un peso óptimo, lo demás será engañarme. Puedo justificarme con la lesión de Aquiles pero eso no quita que no estaba en las mejores condiciones para terminar los 42.195 metros que me separan de mi sueño.  
Está costando pero lo conseguiré. Solo necesito un poco de fuerza de voluntad, algo que me ha faltado varios meses previos a la prepación de esta, ya descartada, Maratón de Sevilla 2015.
Animaré a mis compas de club que corren e incluso acompañe los kilómetros finales a José Luis Sánchez, amigo que viene desde Bracamonte a participar.

jueves, 1 de enero de 2015

Orgullo de padre en la San Silvestre barakaldesa

Muchas cuestiones se han resuelto en este último tramo del pasado año. Una de ellas es que seguramente no concluiré mi objetivo de la Maratón de Sevilla, no estoy en la forma física óptima y saldré a correr la mitad de la distancia o lo poco más que se pueda.
Ya más adelante analizaré el por qué he llegado a esta conclusión. El año lo terminaba corriendo, descarté subir al Gorbea como venía haciendo desde hacía 14 años, para participar en la San Silvestre barakadesa que se realizaba por segundo año. Lo cierto es que hecho un buen tiempo, con un promedio de 5:01


El trazado con cuestas, a lo que no estoy acostumbrado. Corrí con mi hermano Mikel y un amigo suyo Juanjo, al que también considero mío. Nos juntamos con más compañeros, cuñada y cuñado de Juanjo, Castillo, la Go-Pro y amigas de Castillo... que con ilusión encarabamos la última rampa del 2014 haciendo deporte,



el ámbiente que se vivía era muy agradable. Estábamos en el centro de nuestro pueblo (yo soy afortunado en tener dos pueblos: Barakaldo y La Algaba) hablábamos unos con otros, calentábamos, algunos disfrazados, otros ataviados con ropa técnica antifrío...
Se dio la salida y empezamos a buen ritmo. A la mitad de recorrido escuchamos a un corredor que llevababa GPS que íbamos sobre un promedio de 5:08, el ritmo era bueno. En la cuesta Eguzkiagirre nos cruzamos en el dueño de deportes OTO (uno de los patrocinadores de la prueba) con el que tuvimos una agradable anécdota, de esas que le gustan a mi hermano. Sobre el kilómetro cuatro empecé a sufrir pero en ningún momento quise aflojar o decir a Juanjo o Mikel que aminoraran, formamos un trío bien avenido. Cuando llegamos a la plaza del monumento y enfilamos el paseo de los Fueros ya estaba todo hecho, especulamos con el tiempo que haríamos y decidimos entrar de la mano. Tras correr por la arteria principal de Barakaldo llegamos a una Herriko Plaza donde nos animaban nuestras madres, mujeres e hijas, sensacional. Nos agarramos y entramos los tres juntos con un tiempo muy bueno, rozando los 30'.
Pero sin duda el momento más emocionante fue correr, previamente, con mi hija Candela su segunda carrera (su segunda San Silvestre barakaldesa) y mi sobrina Maialen. Candela lo hizo genial, no se quejó y se le vio disfrutar. De vez en cuando miraba para atrás para cerciorarse de que aún la seguía y me sonreía, esa sonrisa, ese disfrute con el deporte ha sido una de las mejores sensaciones que se pueden tener para terminar un 2014 que ha sido pobre en objetivos deportivos.

Eso sí, el 2015 se va a enterar.

Crédito de la imagen: BarakaldoDigital.com

Enhorabuena a la organización de la carrera, la sección triatleta de la Sociedad Ciclista Barakaldesa. Se consolida una prueba que era muy deseada en nuestro pueblo (tengo dos;)