viernes, 26 de junio de 2020

Y volver, volver, volver...

Tengo delante un libro "De qué hablo cuando hablo de correr". Estoy colaborando en Radio Sevilla Fútbol Club desde el año pasado y quiero recomendarlo. La sección, a la que hace poco he puesto nombre "La cámara de Mallory" consiste en recomendar algún recurso sobre deporte y ponerlo en relación con el desarrollo personal o la psicología. Los episodios han sido estos:

  1. Open de Agasi, autoritarismo y excelencia.
  2. 15 claves de liderazgo con los All Blacks.
  3. La Resiliencia va en silla de ruedas.
  4. El ejercito rojo, la constancia y la creatividad.
  5. Nacidos para correr y la persistencia.
  6. El liderazgo en "The last dance".
  7. Alpinismo y depresión.
  8. Iñaki Ochoa de Olza y la eficacia de los equipos.

Revisando el libro de Murakami que he citado para una nueva sección volví a tropezar con este párrafo:
 "Al poco de empezar a correr, no podía enfrentarme a distancias muy largas. Aguantaba unos veinte minutos. Sólo con eso acababa jadeando ... Correr pasó a ser un hábito... Una vez que ajustas tu ritmo, lo demás viene por sí solo. Lo que sucede es que, hasta que el volante de la inercia empieza a girar a una velocidad constante, todo el interés que se ponga en continuar nunca es suficiente
Este blog tiene el nombre de Haruki Murakami, no es coincidencia. La primera vez que leí ese libro me animó a salir a correr y publicar aquí mis aventuras. 
Ayer volví a correr. Me equivoqué. Corrí 5 kilómetros sin parar, sin bajar el ritmo. Un ritmo aparentemente lento 6:45 min/km, pero dañino para mi forma física. Hice sufrir a mi corazón. Mira la gráfica. Durante casi 24 minutos estuve en la zona roja, la de máximo esfuerzo, mas de 159 pulsaciones por minuto:

Hubiese sido mucho más coherente haber corrido por ejemplo los kilómetros segundo y cuarto y los otros tres haberlos hecho andando o a un ritmo mucho más suave. No se puede empezar de una forma tan brusca, hay que acercarse progresivamente.
En enero empecé una dieta, estaba en 93,7 kg. La acompañé con una rutina de andar 10000 pasos diarios. Terminé la dieta en marzo habiendo bajado hasta 86 kg. El confinamiento no me afectó en peso y me mantuve aunque dejé de andar ante la imposibilidad de salir. En mayo salí el primer día que se permitía, anduve 8 km. pero lo dejé, hasta hace diez días que he retomado los 10000 pasos. Lo bueno ha sido que desde enero he cambiado la forma en la que me alimento, por lo que la inactividad no ha hecho que recupere los kilos perdidos. Ahora tengo menos ansiedad ante la comida, me he quitado comida como bollería industrial e incluso las cervezas han disminuido, últimamente me tomo una a la semana. Tengo una forma más saludable de comer. Ahora quizá me falte adoptar una forma más saludable de hacer ejercicio. Lo bueno de ayer es que rompí la inercia. Hoy volveré a los 10000 pasos y el sábado o domingo volveré a correr pero sin forzar la máquina. Actualmente estoy en 84,2 kg. Aunque no lo parezca el peso no me obsesiona tanto como antes. Sé que estoy en el buen camino y que poco a poco me iré tonificando.
En estos años que no he publicado mucho  por aquí, no te he contado que durante dos años he practicado Judo. He llegado a conseguir el cinturón naranja. Pero lo dejé en noviembre. El gimnasio está lejos, tengo que coger un autobús desde la La Algaba a Sevilla y después andar un cuarto de hora. Además es un poco caro (la maestra Encarna Cabrerizo es de lo mejor de España). Me gustaba mucho la verdad, empecé porque mis hijos también lo practicaban. También lo dejaron. Para septiembre estoy dudando si realizar un entrenamiento más individual combinando correr (ejercicio aeróbico) con gimnasio (anaeróbico) o apuntarme al club de Shorinji Kempo. La verdad es que las artes marciales me gustan, ventaja añadida el gimnasio está en mi mismo pueblo, no tengo que coger ningún autobús. Además la cuota es la mitad del Dojo de Judo.


En septiembre te diré cuál ha sido la opción elegida, lo que tengo claro es que me seguiré alimentando como estos últimos meses y haciendo los 10000 pasos diarios. Buen verano.