lunes, 29 de julio de 2013

Turdetania 1/13 o sobre deidades deportivas

Hay un aspecto que no me está gustando del libro "Nacidos para correr" de Christopher McDougall que últimamente estoy leyendo: idolatra demasiado a Lance Armstrong, poniéndolo como ejemplo de resistencia. Está claro que si Christopher hubiera escrito hoy el libro habría borrado las páginas en las que aparece el ciclista tramposo (tampoco son muchas). 
El miércoles mientras corría solo por la carretera pensé en este tema cuando escuchaba esta canción en directo de Rodrigo Bueno:


Pensé que no es lo mismo Maradona que Armstrong o Ulrich, Olano, Tyson Gay y los últimos escándalos.
Diego Armando Maradona se equivocó una vez (quizás más de una, pero incluso a eso tenemos derecho los seres humanos). El resultado positivo de efedrina en el mundial 1994 no es equiparable a un doping convencional, creo que fueron a por él porque no se admitía la rehabilitación de "el diez" y quizás su temperamento. Cabe destacar que la efedrina no estaba prohibida por el COI y que su utilidad era la reducción de grasa. No creo que la AFA hubiese contratado a Maradona como entrenador si en el asunto del dopaje hubiese sido culpable.
Maradona es esa "deidad" capaz de tatuarse al Fidel Castro y al Che Guevara en su cuerpo ¿Qué Dios reconoce la supremacía de otros? De los tres es el único que tiene iglesia y sin embargo se muestra humilde.
Yo hoy creo más en Maradona que en Ben Jonhson del que siempre dudé que se hubiese dopado (ingeno que era) ¡Era tan raro eso de que se dopase un deportista en el 88! (para mí). Creo en esa gente que sin querer mejorar en el deporte cae en las drogas, en lo más bajo, saliendo, dando ejemplo de que uno se puede equivocar y rehabilitarse.
En otro orden de cosas, mi club sigue dando lecciones, el viernes cinco componentes compitieron en Montellano cumpliendo con sus objetivos propuestos. Destacar a Francisco José Jiménez Reina "Socio" (primero por la izquierda) que quedó segundo tras todo un profesional como Jesús Brenes tres veces campeón de Andalucía de 5000 metros.

Esta semana (la primera de las trece que me llevarán a la Turdetania) he hecho lo que me planteé una maratón, he sumado mas de 42,195 km en los siete días, distribuidos de la siguiente manera:

Lunes: 14 km.
Martes: descanso (bueno subí un par de veces las escaleras del viaducto de La Algaba con la hija)
Miércoles: 11 km (solo por carretera)
Jueves: descanso.
Viernes: Gimnasio 5 km de eliptica y 2 de cinta en cuesta.
Sábado: descanso.
Domingo: 14 km.

14 + 11 + 5 + 2 + 14 = 46 km 

Más o menos como la maratón que el próximo 23F me espera en Sevilla. Dilema: apuntarse o no antes del 30 de septiembre, precio 30 € si lo dejo para más adelante va subiendo el precio hasta los 75 € de las últimas semanas.
¡ Vamos a por la segunda semana !



lunes, 22 de julio de 2013

Turdetania. Semana 0


Como comenté acabo de finalizar la semana previa a la preparación del Trail Turdetania que se celebrará el 20 de octubre, llamémosle semana 0. Para ser la previa no ha estado nada mal.
El lunes hice una pequeña locura, salí a correr a las 19:00 de la tarde cuando el sol no se había escodido del todo y me pegó fuerte, salí con Mikel (mi hijo que ayer cumplió 9 meses) y di tres vueltas a un circuito de 2,5 km. por una urbanización cercana a casa. Él ni se enteró, en cuanto empezamos a correr me miró con esos ojos que me cautivan y con una ligera sonrisa, montrando su único hoyuelo, intuí que quería decir aquello de "cómo me gusta que me saques a correr aita" y se durmió. Ni una gota de sudor en su cara (en la mía para regalar), siesta placentera la suya que terminó justo en el momento en el que paré. 45' de carrera continua sin Endomondo. Tengo claro que esta prueba la voy a preparar por sensaciones y no me importa tanto los tiempos, pulsaciones o promedios que haga, objetivo TERMINAR.
El martes volví al Gimnasio e hice media hora de eliptica y otra media hora de escaleras. Cuando miro el perfil de la sesión de entrenamiento en el aparato empiezo a pensar en la serie de cuestas como el Restingido o la del Toro con las que empiezo a familiarizarme con el nombre y en las que en breve entrenaré. De hecho tengo intención de hacerme todo el recorrido por partes antes de la prueba para correr por zonas conocidas. Creo que planificar la prueba sabiendo donde baja o donde sube es clave.
El miércoles descansé, aunque una fuerza interior me pedía asfalto. Sé que otra cuestión vital es el descanso y dosificación (hablo como si fuese un Kilian Jornet preparando la UTMB siendo simplemente un corredor popular que ahora intenta dar el salto a la montaña sin mucha preparación previa).
El jueves desde la mañana sabía que compañeros de mi club que también harán la prueba (seremos catorce en la línea de salida) iban a ir a hacer cuestas a Camas. Me atraía la idea, pero son gente que está en muy buena forma y pensé que quizás forzaría. Además pensé que para mí era pronto para cuestas, primero hay que meter volumen de kilómetros. Salí por los caminos e hice 10 kilómetros con la magnífica sensación de correr solo en plena naturaleza con naranjos a la izquierda y maizales la derecha, con un atardecer que proyectaba mi sombra sobre las mieses de trigo mientras en el iPod sonaba Variaciones Goldberg de Bach ¡Momentazo! Esa conexión con la amalurra, pachamama o ñuke mapu (madre tierra) es lo que busco yo en las carreras de montaña y además desde una perspectiva lo más indigenista posible.    
Por otra parte ese mismo jueves confirmaron "mi fichaje" por el Balonmano Veteranos Villa de Aranda para jugar el campeonato de España que se celebrará en noviembre en Sevilla. Tengo la sensación que voy a llegar a ese campeonato en mejor forma física que muchas de las veinte temporadas que jugué en categoría senior. Otro evento en el que tengo muchas ganas de participar.
Ayer quise salir a hacer una tirada larga de hora y media, pero me pudo la pereza y el alineamiento de planetas que hizo que los pequeños un domingo se levantases a las diez de la mañana. Salí a trotar cuarenta minutos.  
Hoy lunes empieza lo serio, creo que seguiré el planteamiento de esta semana pasada tengo las piernas tonificadas y creo que rodar dos o tres días y realizar una tirada larga (ya sin pereza) es lo más aconsejable en mi caso, está en la línea de algunas de las propuestas que circulan por ahí.
Feliz semana. 

lunes, 15 de julio de 2013

¡ Turdetanos Au, Au, Au !


Foto carrera de Bonanza *

Josef Ajram es un tipo de esos que no a mí no me acaba de convencer. Quizás por su excentricidad, y porque su sobrepatrocinio lo alejen de la imagen de autenticidad que busco en esos medioaventureros, mediodeportistas que son lo ultrafondistas o alpinistas. Dista mucho de mi ideal: Iñaki Ochoa de Olza. Erhard Loretan (tercer hombre en conseguir hollar los 14 ochomiles, tras italiano Reinhold Messner y el polaco Jerzy Kukuczha) en una entrevista en El País declaró que le fastidiaban las expediciones comerciales no porque existan, sino por la manera en que encaran las ascensiones. Lo de Ajram es similar, su último reto patrocinado por una famosa bebida energética consiste en realizar siete ironmans, en las siete islas Canarias durante siete días consecutivos. A Josef le moverá una motivación interior (intrínseca), pero claro está que la moticación extrínseca (el patrocinio y remuneración) también está presente.
A mí no me mueve la motivación extrínseca cuando corro, nadie me va a dar un plus por bajar de los 4'/km en los 10K. Claro está que yo corro por una cuestión hedonista, por puro placer. No sé que pasaría si me ofreciesen un patrocinio.
Pero esto no va sobre motivación, sino de aceptación de metas. El último vídeo que he visto de Josef Ajram habla sobre eso, sobre marcarse objetivos para avanzar y en esto he de decir que el corredor de bolsa-fondo lo explica muy bien. Su charla tuvo lugar en el TEDxSevilla este año

.
Lo dice claramente, márcate objetivos a corto plazo alcanzables.

Según Locke y Lathan hay cuatro razones principales por las que la fijación de metas mejora el rendimiento:
  1. las metas dirigen la atención del individuo hacia la tarea,
  2. las metas movilizan el esfuerzo (este esfuerzo está en relación directa con la dificultad percibida de la tarea),
  3. las metas aumentan la persistencia,
  4. las metas alientan el desarrollo de nuevas estrategias para mejorar el rendimiento.
Me he fijado una meta la Maratón de Sevilla 2014, que se celebrará en febrero de 2014. Llevo aproximandamente un año y medio corriendo y esto supone que me presentaré ante la salida de la prueba con un bagaje de dos años practicando running y con un entrenamiento específico de al menos doce semanas a realizar antes de la gran cita. Pero... en la cena de fin de temporada de mi club celebrada el 29 de junio, se me cruzó otro objetivo que aunque tenía pensado realizar en el futuro, aún no creía oportuno encarar, el Trail Turdetania. El compañero Miguel Vargas me insistió y convenció. La Turdetania es una prueba de 55 km con un máximo de once horas para finalizarla. Durante el camino de Santiago hice dos etapas seguidas de 40 km y el año pasado la marcha de San Benito la hice andando hasta el kilómetro 32 y corriendo los 9 restantes, intuí que sería capaz de hacerla y lo haré. Se celebra el domingo 20 de octubre. Tengo tres meses para poner mi cuerpo a tono, entendiendo que al ser una prueba de trail no hay una exigencia a hacerla corriendo, puedes dosificar.
Los autores Vallerand, Deci y Ryan plantean que el nivel de motivación intríseca en el inicio del entrenamiento varia si la meta es a corto o a largo plazo. Cuando una persona inicia una actividad con un nivel de motivación intrínseca bastante bajo, las metas a corto plazo aumentan su competencia ya que confiere a la persona mayor sensación de competencia. Cuando las personas inician una actividad con un nivel bastante elevado de motivación intríseca entonces son las metas a largo plazo, las que aumentan dicha motivación.
Está claro, mi motivación a hacer la Turdetania (a tres meses vista) era baja y la de la Maratón (ocho meses) es alta por lo que combinadas entre sí dan un cocktel motivacional interesante.
Como hay que parcelar y segmentar los objetivos, mi preparación para la Turdetania se iniciará el 20 de julio, siendo esta semana preparatoria.

Las metas volantes serán las siguientes:
  • 20 de agosto: realizar o haber realizado una tirada larga de 21 km. (mi primera mediamaratón)
  • 20 de septiembre: mediante una tirada larga llegar o haber llegado al muro del maratón 30 km.
Meta final: 20 de octubre TERMINAR LA TURDETANIA.

Alea jacta est.

@gorkafm

*Nota: Ayer corrí una carrera popular en Bonanza (barrio del pueblo gaditano Sanlucar de Barrameda) fueron 7.350 mts y los realicé en 35' 18" aún notaba el Mulhacen en mis piernas, no había entrenado en toda la semana, pero me sirvió como entrenamiento. No está mal hacer un entreno por debajo de los 5'/km.


   

lunes, 8 de julio de 2013

El Mulhacén es cuatrocaminero y algabeño


Ahí estamos los once que ayer subimos al Mulhacén (Floren, Pedro, Montero, Juan, Ricky, Enrique, Toni, Ángel, Antonio, Parro y el que escribe). Los pioneros de una expedición que queremos mantener en el Club Cuatro Caminos al que pertenecemos, queremos cerrar la temporada con un reto especial, subir una montaña de más de 3000 metros. Quizás el año que viene repitamos, ya se hablaba de otra montaña el Pico Veleta como posible expedición 2014, todo se verá como dijo Antonio hay que dejar reposar esta experiencia y pensar un poco más adelante en la siguiente.
En mi caso era la quinta vez que hollaba una cumbre con más de 3000 metros y la primera que repetía (aquí la crónica del año pasado). Siendo objetivos el Mulhacén aún siendo la más alta para mí ha sido la más sencilla (quizás el Garmo Negro pueda disputarle ese honor de fácil acceso). Sin duda he ascendido otras como el Anboto la mitad de alto y el doble de complicado. Cuando asciendes a la cumbre más alta de Andalucía, y de la península, no tienes que crestear, ni trepar, ni por supuesto utilizar cuerdas. Subes poco a poco y llegas. El objetivo era ese llegar, y se cumplió con creces. Salimos el sábado a las siete de la mañana de La Algaba y llegamos aproximadamente a las once y media del mediodía, nos equivocamos en dos ocasiones, una cuando tiramos para la indicación “Sierra Nevada” en vez de seguir rectos por la A44 hacia Motril, tuvimos que dar la vuelta (aquella situación fue premonitoria) la otra nos salimos a la carretera nacional y atravesamos unos cuantos pueblos hasta que enlazamos de nuevo con la A44 rumbo a Lanjarón. Como bien sentenció Montero “si no nos hubiésemos equivocado nunca hubiésemos sabido que Padúl era el pueblo del Mamut”. Por fin llegamos a Capileria y ahí tuvimos que tomar la primera decisión, dejar allí los tres coches e ir andando los tres kilómetros que separan el pueblo de la central eléctrica de Poqueira o avanzar hasta allí y dejarlos durante la noche del sábado al domingo en un lugar poco transitado. Finalmente optamos por avanzar, algo que agradecimos no el sábado sino el domingo ya que después de los dos días, tener que haber hecho tres kilómetros más nos hubiese roto.
Para muchos de mis compañeros era la primera vez que subían un tresmil y varios la primera vez que subían a la montaña, pero haciendo deporte practicamente a diario. Cuando empezaron a sacar los equipaje y vi lo que traían recordé mis principios cuando no eres consciente de lo que supone el sobrepeso en la mochila en montaña (Ángel se traía hasta una bolsita de mano con nevera…). Los sacos de dormir, por ejemplo,  eran muy aparatosos y de invierno, cuando con un saco de +5 (su temperatura de confort se sitúa en el límite en 5 grados) era suficiente, siendo verano y durmiendo en el refugio la temperatura no iba a ser inferior a diez grados.
Empezamos a andar y a partir del Cortijo de las Tomas, donde al llegar te saluda un gracioso espantapájaros, empezamos a notar la altitud y la dureza da la montaña, cuando he dicho antes que era fácil, me refería a una cuestión técnica. Espero que no ser mal interpretado y se entienda que subir una montaña de 3000 metros es un asunto baladí (a pesar de Súper Paco).
Llegamos al Refugio de Poqueira más o menos a las 18:00 horas y en el grupo pude ver caras de alegría por haber conseguido nuestro primer objetivo, llegar al lugar en que pasaríamos la noche y nos aclimataríamos a 2500 m. Nos duchamos y empezamos a impregnarnos del ambiente de un refugio de alta montaña, ese en el que te encuentras con montañeros con los que has compartido la subida y la comentas; en el que conoces gente que viene por otras vías; en que el hablas con los responsables del  refugio y les dices “¿Y estáis aquí todo el año? ¿Y no os aburrís?”… Nosotros habíamos tomado la decisión (por abaratar costes) de no cenar y llevarnos nuestra comida (lo que suponía más peso). Personalmente era partidario de cenar no solo por cuestión de peso sino porque entiendo que todo montañero debe vivir el clima de fraternización que se vive en esas cenas. Nunca olvidaré aquella en Aigüestortes en el refugio de Colomina, nunca. Pero en esta ocasión creo que fue mejor cenar fuera, en la terraza; ya que no éramos un grupo de personas que nos conociésemos bien y aquel momento compartiendo viandas nos unió y preparó para la subida del día siguiente. Qué ambientazo, pura algabarabía (Algaba + algarabía) Risas, risas y más risas. Ricky pletórico y todos riendo a mandíbula batiente mientras el sol dibujada trazos rojizos en las cumbres de una Sierra Nevada que contemplaba orgullosa a esos once alegres muchachos del Valle.
Mientras cenábamos iban llegando corredores y corredoras de la III SNUT  (Sierra Nevada Ultra Trail) cuando lo hacían nos levantábamos y aplaudíamos. Terminamos de cenar y seguían llegando, nos dijeron que en ella participaba Francisco Contreras un hombre de 74 años conocido en el mudo del ultra trail. Sobre las nueve y media vimos como Súper Paco bajada corriendo la senda que a la mañana siguiente nosotros deberíamos transitar para subir en búsqueda de nuestro principal objetivo. El hombre llegó con su camisa, pantalones de pinzas, varas de madera y sombrero de paja. Antes otros corredores nos habían enseñado sus Garmin, prendas técnicas, GPS y demás parafernalia ultratrailera y ese hombre con 74 años acaba de subir a dos cumbres de 3000 metros (Alcazaba y Mulhacén) en ese día sin apenas dotación técnica y llegaba como si no hubiese pasado nada ¡Grande Paco!
Hubo un momento para mí especialmente mágico cuando le vi llegar y cruzamos una mirada, esos ojos negros me dijeron en un milisegundo “yo he visto cosas que jamás creeríais”. Ese instante acompañado de aquella tez oscura, larguirucha y curtida me recordó a mi abuelo Julio que con 80 años seguía subiendo a la huerta y bajaba con varias bolsas de patatas y verduras para su mujer e hijos, estos últimos no dejaban de decirle "papá dejar ya la huerta que te puede pasar algo, eres muy mayor". Creo que está contrastado que quién se mueve y quiere conseguir algo vive más o por lo menos más a gusto. Todos nos quedamos sorprendidos con el pundonor de aquel hombre.
La noche fue dura no pusieron en la habitación 5 que es abierta y se comunica con la primera planta en la que estaban los servicios y cada vez que alguien entraba se escuchaba el portazo, cuando empezabas a conciliar el sueño POOOOM la puerta y otra vez a empezar. No recuerdo muy bien cuando, pero conseguimos conciliar el sueño.  A la mañana siguiente nos esperaba “el sueño” de coronar el  Mulhacén.
Empezamos a subir por el río Mulhacén hasta la cumbre hollándola a las 11:00 del mediodía, qué felicidad, fotos, tentempié, disfrutar de las vistas, más felicidad… La sensación de llegar a una cumbre es muy especial, el conseguir la meta que te has impuesto y ser premiado con unas vistas tan impresionantes, como dice el anuncio, no tiene precio.
Teníamos que tomar una decisión o bajar por el mismo sitio (ruta conocida) o hacerlo por las Lomas del Mulhacen (desconocida). La ventaja es que Enrique (el superviviente como le llama Floren) trajo un GPS con el track de la bajada por las lomas. Decidimos aventurarnos y poco a poco descubrimos que era muy sencillo, la bajada por allí estaba marcada con senderos. Hay que tener en cuenta que somos miembros de un Club de Atletismo (no de montaña) y aquella seguridad hizo que el grupo de cabeza empezase a correr para abajo intentando probarse y rompiendo una de las normas que nos habíamos autoimpuesto: ir juntos. Nueve empezamos a bajar corriendo dando saltos y en un momento paramos para agruparnos con los que iban andando: Toni y Enrique (el que llevaba el Track, el mapa) vimos a lo lejos que los dos bajaban por un pedregal dirección nosesabedonde, ibamos por el camino equivocado. Cuatro irresponsables decidimos ir en busca de los dos responsables guías y cinco tiraron hacia delante por los senderos marcados. Pronto dejamos de ver a estos cinco temerarios que intentaban bajar al refugio sin mapa. Empecé a pensar lo peor, y pesó sobre mí la falta de responsabilidad que había adquirido para con aquel grupo de compañeros que nunca habían estado en la montaña. Los miedos te vienen  y se quedan y te influyen en la bajada, mis piernas que hasta entonces estaban ligeras empezaron a flaquear solo de pensar que aquellos cinco compañero se podrían perder en la montaña. No hacíamos otra cosa que mirar hacia el sendero que bajaba al refugio cuando vemos a Parro y Floren que bajan corriendo la cuesta. Menudo subidón de alegría al comprobar que no solo estaban a salvo sino que iban a llegar corriendo y antes que nosotros al refugio. Cuando nos agrupamos nos dijeron que el camino no tiene ninguna perdida hay un cruce que con un señal indica claramente al refugio. El track que llevaba Enrique fue el que un usuario de Wikiloc había subido no el oficial. Si antes dije que subir a la cumbre por la ruta río Mulhacén es fácil ahora digo que hacerlo por la vía de las Lomas es facilísimo. Solo requiere tiempo (y un poco de preparación física).
Nos agrupamos y cogimos las mochilas que habíamos dejado en el refugio. Bajamos hacia los coches con el dulzor y entusiasmo de aquel que ha conseguido lo que se ha propuesto a pesar de las trabas encontradas.
El año que viene más (ya se sabe no hay dos sin tres).