Un año después volví a correr la Carrera de Castilblanco, en su décima edición. Dura por las cuestas y un poco monótona porque son tres vueltas a un circuito. Allí vi a antiguos compañeros de Club con otras camisetas, algo que me apenó un poco, aunque es ley de vida deportiva.
Me gustó ver a la promesa saharaui Alien Brahim Salem, un niño que llegó en verano en el programa de acogida y se ha integrado perfectamente en la escuela. En la segunda vuelta me gritó desde el publico "Yahla, yahla Gorka" (venga, venga en hassani) y me animó mucho.
Quién sabe, quizá algún día vayamos a verlo a una competición internacional en la que represente a su país la República Árabe Democrática Saharaui o un maratón en los campamentos (esto último es lo que me menos deseo, quiero que se vayan ¡ya! de allí).
Un año después hice un minuto más, concretamente 50:41 a 5:59 min/km. Desde mayo no corría en ninguna carrera, no estoy entrenando mucho y aun así, las sensaciones fueron positivas. Acabé bien que es lo importante.
Por supuesto, también enhorabuena al Club Turdetania (hasta el año pasado con sede social en nuestro pueblo también) ellos fueron el club con más corredores pero se autodescartaron. ¡Bien! por la organización y por esa peazo de camiseta de la bolsa del corredor que es muy chula.
Me quieren liar para la media maratón de la Cartuja en enero. Dudo mucho de que pueda con ella. En fin, lo seguiré pensando. Ahora próxima estación Barakaldoko Sansilbestrea.
¡ Cuatrocaminos o muerte, venceremos !