domingo, 4 de agosto de 2013

Turdetania 2/13 o sobre como esto es un no parar


Ahí me tenéis junto a Enriqueta, Noelia y Alfredo, más Juan que hace la foto en mi primera tirada larga de 20 km (casi una media maratón)
Esta ha sido una semana rara. El jueves parecía que iba a ser una de esas cortaritmos. Pues no ha sido así.
En parte todo surge del martes:
Una veintena de cuatrocamineros y cuatrocaminaras (de todos los niveles) nos dimos cita el pasado martes ante las cuestas de la localidad de Camas, probablemente la localización más cercana a nuestro pueblo donde hay algo de desnivel. Varios compañeros llevaban otros martes entrenando allí y esta semana nos animaron a otros temerosos de cuestas. Qué ambientazo. Hicimos siete kilómetros y medio en fila de a uno. Cuando llegamos al final de cada cuesta, siempre había alguien que te alentaba a seguir. Fue intenso y las piernas lo sufrieron. Por supuesto el miércoles no pude hacer nada, de hecho creo que no debo hacer nada después de un día intenso. Compañeros de club son capaces de realizar, por ejemplo, lo que tienen previsto esta semana lunes series de 800, martes de nuevo cuestas, miércoles series otra vez con mayor distancia... y así hasta descansar el sábado. A mí eso me parece una sobrada. Aunque quizás sea porque no estoy a su nivel.
El jueves sí salí, pero con pereza. Solo hice 5 kilómetros estabamos a jueves y solo llevaba acumulados 12,5 Km, cuando lo importante para llegar bien a la Turdetania es hacer volumen de kilómetros. Se me ocurrió comunicarlo en uno de mis grupos motivacionales de whatsapp (el de mi hermano y unos amigos) PIN PAN PUN lo hemos llamado, y... ¿Qué me dijeron? Paso a modo Barcenas:



Pues sí señor me echaron la bronca. Y tenían parte de razón. Eso hizo que cuando Alfredo en el otro grupo whatsapp motivacional (el del club) puso que el sábado iban a hacer una tirada larga me apuntase. Había fijado el 20 de agosto para llegar a la barrera de los veinte pero era hora de probarse. Y lo hice. Corrimos por un tramo del camino de Santiago (ruta de la Plata) con al menos cinco cuestas, no muy pronunciadas pero cuestas al fin y al cabo. Las sensaciones fueron muy buenas los tres y las dos corredoras llevabamos un ritmo cercano a los 5'50" y nos compenetrábamos muy bien, íbamos hablando, con lo que nuestras pulsaciones no eran altas. Llevabamos agua, incluso Juan y Alfredo portaban en su cinturón caramelos masticables y dátiles. Yo sudo mucho y pronto terminé el medio litro de agua que llevaba en una botellita (de esta semana no pasa que me compre un cinturón). Creo que debo aprender a dosificarme mejor. Ellos me ofrecieron agua cuando se me acabó la mía, lo que hacía de nuevo que el clima de compañerismo y buenas sensaciones aumentase. Terminamos a gusto clavando las dos horas para los veinte kilómetros. No sé si es poco o mucho. No me importa. Lo que tengo claro es que he llegado a una de mis barreras, y sé que sin mis compañeros y compañeras se me hubiese hecho mucho más difícil.
Se me presentaba un dilema para el domingo, la verdad es que tenía tocado el tobillo izquierdo y las piernas bastantes cargadas, la tarde del mismo sábado me ofrecieron jugar un partidito en la playa, hacía tiempo que no lo hacía. Pude con él, aunque me retiré a tiempo (tenía la excusa de que nuestro equipo era de siete y otro de seis, les dije que tenía las piernas cargadas de la mañana y que lo dejaba). El hecho de poder jugar un buen rato en la playa subiendo y bajando tras el balón, me transmitió que a pesar del esfuerzo matutino mi cuerpo pedía guerra y podía con ella. Planifiqué mentalmente la semana que entra mañana y entendí que debía descansar. Pero... Me planteé un descanso activo. A las 7:30 tocó diana Mikel (mi hijo de diez meses) cogí el carrito y comprendí que aquella era mi oportunidad: estirar las piernas. Entre una cosa y otra (comprar churros para la familia, El Correo y la Runner's World) con Mikel me hice unos cuatro kilómetros lo dejé en casa y seguí otros tres. Las piernas bien y el tobillo resentido pero recuperado. Cuando he llegado a La Algaba he salido a andar de nuevo y he hecho otros cinco andando, de los cuales dos y medio han sido trotando.
Termino con otra desclasificación de whatsapp. La gente de mi club no para ni de vacaciones, tienen en mente la Carrera Noctura de La Algaba y no dejan de entrenar ni en vacaciones:


Conclusión es importante tener gente a tu lado que te dé un empujuncito y te lleve en volandas hacia tus objetivos.
Resumen de la semana:
  • Martes: 7,5 km de cuestas
  • Jueves: 5 km
  • Sábado: 20 km
  • Domingo: 12 km andadno.
  • Volumen: 44,5 km
Menos que la semana anterior pero más intesidad y variabilidad.
Esta semana que entra será clave, espero llegar a los 50 km de volumen.



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