Ahí va la carta:
Hace poco oí
como un compañero le comentaba a otro la necesidad de crear un himno para mi club (Cuatro Caminos) e inmediatamente pensé, que en esta época de pirateo (del bueno) podíamos
apropiarnos del “You´ll never walk alone” (Tú nunca caminarás solo) del Liverpool;
cambiando el caminarás por el correrás “You´ll never run alone”.
Durante
veinte temporadas he practicado Balonmano y aunque lo hice en la posición de
portero, la más individualista del equipo, no concebía hacer deporte sin
hacerlo en equipo. Cuando llegué a La Algaba jugué mis dos últimas temporadas
en el Club Balonmano Ierenna (Gerena a unos 30 kilómetros de casa). Cuando se disolvió colgué la coquilla y
busqué un hueco en el atletismo, toda mi vida he hecho deporte. Empecé aquí con
la idea de que era un deporte altamente individualista, donde el concepto
equipo no existía. Me equivoqué. En este caso el equipo no se limita a los
siete jugadores de la cancha de balonmano, sino que se extiende a todo el Club.
“Quillo cuánto has hecho”; “4:54”; “Joe maquinón has bajado la marca de la
anterior carrera”; “¿Y tú?”; “Bua, fatal me ha pegado un tirón en el gemelo y
he bajado mucho”; “no te preocupes la próxima es la tuya"…
Este equipo es de más de cien personas. Yo
estoy a gusto en él. Cuando uno viene de fuera como yo, o del mismo pueblo como
tú, y te abren las puertas de un Club así, diciéndote “a partir de ahora tú
nunca correrás solo”… Eso, eso… te integra y te reporta salud.
El pasado 24
de febrero apoyé en la maratón a mi hermano Mikel que vino a correrlo por
tercera vez, le iba asistiendo en diversos puntos y en el 25, más o menos,
corrí unos metros a su lado. Me dijo “¿Has visto quién corre ahí?”. Miré y me
di cuenta de que estaba corriendo junto al campeón del mundo Abel Antón.
Terminado el día me di cuenta de que me había hecho mucha más ilusión animar a
compañeros como Antonio Palacios que tuvo problemas o los siete últimos
kilómetros que hice con mi compañero de Club y cuñado Víctor Gallardo. Somos
muchos y cada vez muchas más en este Club, nombrar a todo el mundo sería
imposible, quisiera destacar especialmente la actitud de dos compañeros de los
que debemos aprender para que este Club cumpla otros diez años más, por lo
menos, ellos son Peter Craemer y Andrés Porcel. Su ejemplo es vital para que el
rencor no se instale en este equipo. Y deseo, y lo digo de todo corazón, que
esas personas que han abandonado el Club en los últimos tiempos y que siguen
amando este deporte vuelvan. Porque me consta que para ellos, al igual que para
todas las personas que entramos en su día, las puertas siguen abiertas.
Y siguiendo con el himno robado al Liverpool:
Corre a través del viento, corre a través de la lluvia
Aunque tus sueños se vean sacudidos y golpeados
Sigue corriendo, sigue corriendo, con esperanza en el corazón
Y jamás correrás solo….
TÚ NUNCA CORRERÁS SOLO.
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