miércoles, 19 de noviembre de 2014

Entrenando en Sierra Nevada (Semana 8/22)




Siempre que subo al monte tengo sensaciones diferentes, algunas incluso nuevas. En esta ocasión (pasado fin de semana) he disfrutado escuchando el chasquido de las hojas de los crampones rompiendo las capas de hielo fino sobre la nieve de las faldas del Veleta. De nuevo volvimos a la Hoya de la Mora, en esta ocasión no para subir ninguna cumbre en concreto sino para realizar dos trekkings a cada cual más duro. Llegamos el sábado en torno a las 10 de la mañana al Albergue Universitario donde dejamos nuestras mochilas y ropa, preparamos las mochilas de ataque con todo lo necesario para una montaña blanquecina, no faltaba el piolet. Emprendimos la marcha los cinco expedicionarios (Enrique, Juan Diego, Chiqui, Felix y un servidor)



llegamos hasta el puesto de mando y preguntamos, lo cierto es que no tenían mucha idea de cómo estaba la montaña seguimos por el barranco de San Juan y subimos los tajos del campanario donde nos pusimos los crampones ya que el hielo nos hacía patinar.
En el Veredón inferior tuvimos que dar la vuelta ya que no veíamos bien los pasos, echamos una cuerda y Felix pasó para comprobar si en realidad era solo un paso complicado que podríamos salvar con mucha precaución o había más. Los había, así que dimos la vuelta.



En la montaña es necesario tener cierta mesura y ser capaz de discernir donde está lo dificil y lo peligroso. Cresteamos por el Veleta hasta que llegamos a una pista que nos llevó al refugio de la Carihuela donde hacía un frío mortal, serían las dos de la tarde y ya había un grupo de montañeros que iban a pasar la noche allí, demasiado pronto y excesivo frío para tantas horas sin nada que hacer pensamos.


Lo cierto es que estaban preparados con hornillos, comida y ropa técnica necesaria, pero nos parecía una exageración quedarse allí tanto tiempo. Otra cuestión que vimos, esta mucho más reprobable, fue que otros montañeros (aunque no merecen ser llamados así) habían dejado basura en el refugio, hay un código de conducta que debe cumplirse si subes residuos al monte debes bajarlos. Como llevábamos bastante libre las mochilas bajamos una de las bolsas.
Allí dejamos a los compañeros montañeros con los que habíamos charlado mientras cogíamos fuerzas con el bocadillo. Emprendíamos una bajada al Albergue divertida mientras ellos se quedaban en el refugio-nevera de la Carihuela.



Bajamos las lagrimillas de la virgen (en otra ocasión ya lo habíamos hecho pero sin nieve, con piedras sueltas. Tardamos una hora en bajar) este fin de semana solo nos llevó un cuarto de hora. Chiqui y yo practicamos de vez en cuando caídas y autodetención con el piolet, siempre es bueno ensayar por si el en futuro lo necesitamos. Tras alguna foto en la laguna de yegüa subimos hasta el radiotelescopio y bajamos por una de las pistas negras de la estación de sky de los Borreguiles. Allí Felix sacó su faceta más alocada y se tiró dos veces por la cuesta sin plástico o trineo, nada que lo protegiese de la nieve.  Vimos como los cañones de nieve estaban ya preparándose para la pronta llegada de esquiadores y empezamos a bajar por las pistas hasta el altar de la Virgen de la nieves.
Llegamos al Albergue y lo disfrutamos, la verdad es que por 25,50 (30 € si no eres federado en montaña) pernoctas, cenas y desayunas además de forma copiosa. Muy bien, incluso el trato aunque tuvimos alguna diferencia con la responsable.
Duchita, cambio de ropa, charla tertulia en torno a una estufa, vinito delicioso y repaso de la jornada.
El domingo fue diferente mucho más cansado, el sábado hicimos 17 kilómetros y nos esperaban 22 más por dos pedregal de infarto. Salimos a las 9 a.m. después de desayunar bien. Bajamos por los peñones de San Francisco hasta llegar al antiguo refugio que curiosamente es la imagen del carnet de federación andaluza de montaña de este año. Paseamos por la planicie de la Haza Mesa y empezamos a hacer la cabra (a sugerencia del loco Félix) recortando entre una arboleda para asentarnos en el Barranco del Guarnón en búsqueda de la vereda loca en la que encontramos varios puntos con cuerdas. Cuando llegamos al corral del Veleta nos dimos la vuelta y llegamos hasta el cortijo del Hornillo desde donde se pueden contemplar las mejores vistas de Sierra Nevada.



Volvimos por acequias y sorteamos esos dos pedregales que rompieron nuestras piernas, justo al final se divisaba el cuartel de la Guardia Civil que se halla en la Hoya de la Mora, he de reconocer que nunca antes me había hecho tanta ilusión ver el cartel de "Todo por la patria".



Nuestra aventura había acabado y además a una buena hora para emprender los 300 kilómetros de vuelta a la planicie.
Buen entrenamiento para la octava semana de preparación, hoy miércoles espero salir a correr un poco aunque aún tengo las piernas, no resentidas, pero sí sensibles.




sábado, 1 de noviembre de 2014

El espíritu de la maratón (Semana 6/22)



Esta semana está siendo pobre en volumen de kilómetros, era la cuarta semana del reto propuesto por Fraga una semana un maratón en el Endomondo. A diferencia de las otras tres, a no ser de que mañana haga una tirada larga de 20 kilómetros, no conseguiré el reto. He bajado un poco la guardia, quizás porque esta era la semana de los nervios, la semana de la inscripción, la definitiva, la de se-acabó-la-palabrería-ahora-se-confirma-el-deseo. Y se confirmó me inscribí para la Maratón de Sevilla de 2015 y descubrí que el muro no estaba en el kilómetro 35 del próximo 22 de febrero sino que se encontraba a las 10:00 h. de este pasado jueves, día en el que se abrían las inscripciones.
Menudo caos.
La empresa que gestiona la maratón es Motor Press Iberica (MPI a partir de ahora) consiguió un concurso siendo la única empresa que se presentó. El dueño de la maratón es el ayuntamiento de Sevilla, el Instituto Municipal de Deportes. Antes de la resolución de la licitación (octubre) desde el IMD abrieron un plazo de preinscripción a la que nos presentamos 9.000 personas. Tras la resolución y adjudicación Motor Press Iberica decidió encarecer la prueba no por la fecha en la que se inscribiese el corredor o corredora (ya había preinscritos) sino por tramos de dorsales: los mil primeros en apuntarse pagarían 30 euros, del 1001 al 3000 dorsal 35 euros y así sucesivamente... Apuntar que en esta edición a diferencia de la anterior los clubes andaluces salían de la cuota más barata (23 euros) que este año únicamente se destinaba a los residentes en Sevilla. Según Javier Gabela de MPI en declaración al programa de radio A tu ritmo de Capital Radio (escuchar en 1:39:40) "Nosotros habíamos realizado las dos ediciones anteriores y habíamos perdido dinero, había dos opciones: poner un precio fijo o bien hacer precio gradual, el problema era que con 9000 preinscritos íbamos a tener muchas más pérdidas" si los tramos lo realizaban por fecha.
Decidieron ponerlo por orden de llegada.  En definitiva, se excluía a la masa popular de la provincia sevillana y se exponía a las personas interesadas a correr por un dorsal "baratito" el día de la apertura de inscripciones. Resultado: 10:03 h. el sistema estaba colapsado... Claro, si hay 9.000 preinscripciones que están dándose codazos por entrar pues... se bloquea el sistema. Personalmente intenté varias veces inscribirme y me daba error, curiosamente me decía que no reconocía mi NIF, vamos que no me había preinscrito; la cuota iba subiendo, a las 10:40 ya iba por 45 € lo que suponía que en esos cuarenta minutos 7.000 personas se habrían inscrito. Ahí fue donde me empecé a plantear si realizar el maratón o no, estaban matando el espíritu de mi maratón, pensé realizar el de Badajoz el mes siguiente y descartar la hispalense, hablé con José Luis Sánchez que vendrá a correrla conmigo y de nuevo nos ilusionamos con la de Sevilla, quince euros más no podían acabar con la ilusión de realizar, en mi caso, la primera maratón y en mi casa. Me inscribí y pagué los 45 euros del vellón.
He leído en un post muy bien elaborado que la gama de precios en las maratones ibéricas, variado desde los 15 euros de Badajoz o Palencia hasta los 52,50 de Donostia-San Sebastián.
Motor Press Iberica ha conseguido un contrato de cuatro años, hasta hace dos años el maratón era público y era organizado por el IMD, pero llegó una nueva corporación (adivina las siglas) y externalizó su gestión y organización. Me temo que poco a poco durante estos cuatro años (más dos prorrogables) asistiremos a unos ajustes (como los que se vieron el año pasado en los avituallamientos) recortes y encarecimiento de la cuota de inscripción en pos de la rentabilidad económica.
No quiero terminar sin reconocer que la organización reculó y resolvió de forma positiva el enturto, ya que devolvío a las personas que habíamos estado inscribiéndonos a horas tempranas (en torno a las 10:00) en función del registro de la primera intentona, en mi caso me devolvieron 10 euros, con lo que mi inscripción se ha quedado en 35 euros. Agradecido por la agil resolución, pero con un regusto amargo por tener que pasar por todo esto y reafirmarme en la idea de que el mundo del running se está mercantilizado en exceso. Sino fuese por la pasión y ganas que ponemos en el recorrido hasta la fecha fatídica...
Recomiendo este documental titulado "SPIRIT OF THE MARATHON" (subtitulado en español) donde podemos ver esa ilusión, ese espíritu, ese deseo irrefrenable de tocar la gloria: